domingo, 15 de mayo de 2016

El espíritu bueno y el espíritu malo (Parte IV)


Les hemos contado la historia de un grupo de jóvenes quienes fueron a evangelizar al Páramo de Los Torres. Como recordarán durante este viaje los muchachos se encontraron con dos espíritus: El de una niña, a quien ayudaron a encontrar la paz eterna, y el de una mujer que estaba condenada al infierno.

"Al terminar el viaje todos intentamos continuar con nuestras rutinas diarias, pero a los tres días de haber llegado recibí una llamada de la muchacha que veía los espíritus, resulta que la mujer mala no la dejaba de perseguir y se le aparecía en cualquier momento, sobre todo en las noches", cuenta Wil Pavón, coordinador del grupo de evangelizadores.
"Tres de mis compañeros y yo decidimos ir con la muchacha para la Mesa de Esnujaque, en ese tiempo el sacerdote de esa parroquia era exorcista. Nos fuimos como a las tres de la tarde, cuando íbamos por el camino empezó a llover con mucha fuerza, nos tardamos como tres horas para llegar, el taxi no nos quiso esperar y se fue".
"Hablamos con el padre, realizamos una serie de oraciones y él nos dio algunas indicaciones que debíamos hacer diariamente. Salimos y nos montamos en otro taxi, pero apenas íbamos saliendo del pueblo cuando se le espichó un caucho. Tuvimos que llamar a un familiar mío para que nos fuera a buscar. Ya eran como las 9 de la noche cuando íbamos por el camino, el carro empezó a fallar, tenía problemas de electricidad. De repente la muchacha me susurró al oído: La mujer va aquí con nosotros". Continuará.

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