jueves, 5 de mayo de 2016

El espíritu bueno y el espíritu malo (Parte II)

Luego de saber que estaban rodeados de dos espíritus, los jóvenes estaban algo inquietos. "A partir de ese momento nos aferramos más a la oración", dijo Wil Pavón, coordinador del grupo.
"En la noche estábamos todos rezando cuando de repente la muchacha que ve los espíritus grita y se nos desmaya. Hicimos que oliera alcohol y cuando abrió los ojos, éstos estaban en blanco".
"De repente empezó a hablar raro y nos dijo que era Sol, osea que había poseído a la muchacha, dijo que la ayudáramos, que el espíritu de una mujer mala la perseguía y la estaba atormentando. Yo le hablé firme y le ordené que abandonara el cuerpo de mi amiga. Todos empezamos a leer la biblia, la muchacha se desmayó y volvió en sí".
El grupo de jóvenes se sentó en círculo, encendieron velas y cada joven elevaba una petición por el eterno descanso de Sol. “Lo malo es que afuera se escuchaban gritos, le daban golpes a la puerta, la rasguñaban, se oían perros ladrando. El espíritu de la mujer mala estaba en la parte exterior y quería entrar, pero nuestro círculo de oración era tan poderoso que no podía”, narra Pavón.
Hubo un momento en que la muchacha que veía los espíritus volvió a desmayarse, despertó otra vez con los ojos en blanco y dijo: Soy Sol, gracias a su buena voluntad y oración ahora puedo irme en paz. Dios los bendiga muchachos. Al expresar esto la joven se desmayó y despertó nuevamente.
Los jóvenes empezaron a llorar de felicidad, se abrazaban entre ellos, exclamaban alabanzas; lo que ellos no sabían era que el espíritu malo no se iba a quedar tranquilo. Continuará…

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